Desde hace más de un año que el mundo volvió a cambiar, o mejor dicho, que la realidad tal como la conocíamos, cambió.
Ahora parece una película de clase C (¡ya ni de categoría B!) o la famosa novela de Georges Orwell: 1984.
Muchos están sumidos en el miedo y el terror que se propaga desde los medios tradicionales (tv, radio, prensa escrita) y otros están aprovechando para abrir los ojos, conocerse y evolucionar. Cada día más seres humanos (persona es la nomenclatura jurídica que te asigna el estado cuando te registran cual ganado en el Registro Civil) están despertando.
Los medios tradicionales vomitando cada día miedo y terror para poner a la gente en shock, estado necesario para colarles todo tipo de medidas absurdas y quitas de libertades y derechos. Pero está también el otro gran medio si cabe más grande y más poderoso: internet. Gracias a la red de redes es que la verdad se propaga incluso más rápido que por la TV, se interconectan unos con otros y se pasan la información de primera mano, grabaciones realizadas por los propios.
Las técnicas de manipulación casi calcado a lo que proponía Albert Biderman (Aislamiento, Monopolización de la percepción, Debilitamiento y agotamiento inducidos, Amenazas, Indulgencias ocasionales, Demostrar “Omnipotencia” y “Omnisciencia”, Degradación, Hacer cumplir demandas sin sentido) se pusieron en marcha durante esta pandemia o plandemia, ya que es un plan, la famosa Agenda 2030.
Está pasando un tren y el 99,9% de la humanidad no se está percatando. Y aunque hace siglos que estaba profetizado, parece que el trabajo realizado por aquellos que les interesa que la población siga dormida, ha sido todo un éxito.
Muchos quieren volver a la “normalidad” anterior (mediante el chantaje del pinchazo experimental), si es que era normal, mientras que los “preocupados gobernantes” (ojo cuando tu gobierno dice que hace algo «por tu bien» o «por el bien de todos», lo seguro es que tu bien no está en sus planes) nos proponen una nueva normalidad (y tienen el descaro de ponerle a esta mentira la palabra “normal”, tan sujeta a diferentes interpretaciones varias).
Este tiempo distópico nos invita a revisarnos a nosotros mismos, a estar conscientes y a tomarnos las cosas con el debido discernimiento, no cayendo en la trampa del miedo y la locura que inunda hoy en día a los gobiernos, sobretodo.
Se están cayendo los paradigmas, el médico o sanitario, el político, el judicial y el económico. Ya no se puede creer en ellos. Pierden credibilidad cuanto más se alargue esta agonía en la que tienen inmersos a la población.
Y vienen otros tiempos y paradigmas. Nuevos, sin mentiras, sin manipulación. Y con ello, la humanidad se está dividiendo entre “dormidos” y “despiertos”. Los “vacunados o transgénicos transhumanos” y los “no vacunados o humanos biológicamente naturales sin marca”. Una Nueva Humanidad está emergiendo desde las cenizas del antiguo mundo, desde el de la esclavitud en todos los sentidos (asalariada, fiscalizada, controlada, sometida, medicada, lobotomizada por los medios, atontada, envenenada…).
Esta Nueva Humanidad tiene que ver más con lo natural, con medicina holística, donde no se prohíbe una plantita o una sustancia natural simplemente porque no le conviene a los intereses de la Big Pharma. Una Nueva Humanidad que ve al otro no como un competidor o un pedazo de carne con ojos y pies, sino como un Ser integral dotado de alma y de espíritu capaz de los más hermosos gestos de amor. Amor es la nueva energía en esta NH, amor fraterno sin fronteras ni separaciones. Donde lo que importa no es lo que tienes sino lo que eres, qua ya de por sí es suficiente para merecer lo mejor sin exigencias ni prepotencia alguna. Donde no hay espacio para megalómanos ni para egoístas ni narcisistas. Donde no hay división de clases sociales ni tampoco por razones de raza, sexo o procedencia.
La humanidad está dando un salto cuántico y no te estás enterando, ¿te vas a quedar en tierra o te subes a la nave de la Nueva Humanidad?, tú decides. Pero sobretodo, decides con tu corazón, con tus pensamientos y sentir, decidirás con tu vibración donde quieres estar, y con tus hechos. No hay ventanilla donde comprar el ticket, no hay boletería. Lo que sí hay, es una nueva mentalidad, una nueva energía. Debes conectar con ella. Te conviene, nos conviene, estar en esa nueva frecuencia. Se está acabando el tiempo.
mainds
MEJOR NO HABLAR DE CIERTAS COSAS
Mejor No Hablar De Ciertas Cosas 